El último espectáculo de Olga Pericet es un viaje de autoconocimiento físico y espiritual en torno a la legendaria figura de Carmen Amaya. Pensadores en movimiento y pensadores del movimiento se conjuran para explorar el enigma. Los cuerpos van más allá de los mitos oficiales, buscando el gran cuerpo astral de Amaya, reformulando el amor a la danza y enfrentándose al reflejo propio: el paso del tiempo, el dolor, la desaparición. Pericet vuelve a contar para la dirección escénica con Carlota Ferrer, con quien ya formara exitoso tándem artístico en su espectáculo La espina que quiso ser flor o la flor que soñó con ser bailaora.